Bienvenidos al blog de Biogenic, un grupo de profesionales en las ciencias de la vida destinado a la divulgación de la ciencia y la biotecnología para toda la comunidad hispano parlante.
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Author: BIOGENIC on
miércoles, 16 de octubre de 2013
Fábricas vegetales:
¿Cómo las plantas pueden ofrecer
alternativas para producir compuestos verdes?
Por Lorena López-Galvis
La
biotecnología se ha mostrado como una herramienta básica para el desarrollo de
una sociedad sostenible en la que la demanda de alimentos, la presión por la
tierra arable y la reducción en los recursos han generado un afán por producir
tanto alimentos como materias primas de manera más eficiente y con un mejor uso
de los recursos naturales. Aparte de los logros que ha tenido la biotecnología
en la generación de cultivos de mayor rendimiento con resistencia a plagas,
enfermedades y estrés abióticos [1], también ha sido importante para usar las
plantas como fábricas vegetales de las cuales se cosechan materias primas,
medicinas, químicos y vacunas.
Las
plantas son unas increíbles fábricas de químicos, a partir de los sustratos más
simples y baratos como lo son el dióxido de carbono, la luz solar, el agua y
minerales del suelo, producen miles de moléculas químicas de diversas
estructuras. Más de 50000 estructuras químicas se han analizado en el reino
vegetal y aún hay muchas más por analizar (Tabla 1). Muchos de estos compuestos
se conocen como metabolitos secundarios y se producen en determinadas especies
vegetales [2]. Lo interesante de estos metabolitos son las propiedades que
tienen como materia prima para industria como es el caso de ciertos aceites,
del caucho, de la cafeína, y también porque muchos se conocen por sus
propiedades medicinales como antioxidantes, antiinflamatorios e incluso
anticancerígenos.
Tabla
1. Algunos ejemplos de estructuras químicas derivadas de plantas [2].
Tipo molecular
Numero de estructuras conocidas
Ejemplos
Isoprenoides
> 25000
Mentol, turpentina, caucho
Alcaloides
> 12000
Cafeína, nicotina
Fenoles
> 8000
Vainillina, antocianinas
Ácidos grasos y derivados
> 500
Aceite de castor, uroshiol
Misceláneos
>5000
Sorbitol, goma de guaraná
Durante
muchos años, la extracción y uso de estos químicos ha sido una de las tareas de
la biotecnología vegetal. El entender la ruta metabólica de cierto metabolito y
la posibilidad de aislar los componentes responsables de su síntesis y
metabolismo permiten modificar (vía transgénesis o mejoramiento tradicional) dicha
ruta en favor de la producción del químico usando así la planta como una
fábrica vegetal. Muchas de estas moléculas se están investigando como
alternativas a la industria de derivados del petróleo ya que como “compuestos
verdes” permiten una producción más limpia, renovable, de menor impacto
contaminante y con beneficios para la industria y economía local.
Un
ejemplo de la química verde son los aceites vegetales que pueden derivar
materias primas para uso en detergentes, plásticos y cosméticos, que
normalmente usan como materia prima derivados del petróleo (Tabla 2) [2]. Sin embargo,
es importante anotar que muchos de estos productos no se obtienen en grandes
cantidades a partir del material vegetal, por ejemplo una semilla de
oleaginosas (palma, girasol) puede tener hasta un 50% de su peso en aceite,
pero esto es una mezcla de diversos aceites que dependen de procesos
industriales de extracción para su rendimiento final.
Tabla
2. Aceites vegetales usados en aplicaciones industriales [2].
Tipo
de lipido
Ejemplo
Fuente
principal y alternativas
Uso
principal
Cadena
media (C8-C14)
Ácido
laurico
Palma,
coco, caupi
Detergentes
Cadena
larga (C22)
Ácido
erucico
Canola,
crambe
Lubricantes,
nylon, plásticos
Epóxico
Ácido
vernólico
Aceite
de soya epoxico, vernonia
Plásticos
Hidróxico
Ácido
rinoleico
Castañas,
lesquerella
Lubricantes,
coberturas
Solido
de baja fusión
Manteca
de cacao
Cacao,
ilipe
Chocolate,
cosméticos
Ester
de cera
Aceite
de jojoba
Jojoba
Lubricantes,
cosméticos
Un
25% de las medicinas usadas actualmente se descubrieron como químicos
producidos por las plantas que ahora se pueden sintetizar industrialmente,
ejemplos de estas son la salicina (analgésico) de Salix alba, efedrina (antihistamínico) de Ephedra sinica, morfina (analgésico) de Papaver somniferum, timol (antifúngico) de Thymus vulgaris, mentol (rubefaciente) de Mentha sp. [3]. Sin embargo, hay una gran variedad de moléculas
promisorias que aún dependen de las plantas para su síntesis industrial, es el
caso del Taxol, un anticancerígeno descubierto en 1967 por el Instituto
Nacional de Cáncer de Estados Unidos bajo un proyecto de colecta de especies
vegetales para evaluación de compuestos naturales en citotoxicidad de células.
Este compuesto se derivó de madera de Taxus
brevifolia (Pacific yew) y ocasionó una gran presión en las poblaciones
naturales de este árbol, ya que se requerían grandes cantidades de madera para
extraer taxol en las cantidades necesarias para las pruebas clínicas requeridas
en el proceso de desarrollar un nuevo fármaco (se extraían 10 g de taxol puro
de 1200 libras de madera). Con la aprobación del taxol o pacitaxel como droga quimioterapéutica
en 1990, la demanda por este fármaco ascendió, y por esto el interés inicial de
conseguir una fuente de síntesis de alta eficiencia y calidad. Desde 1993, el
taxol se extrae por fermentación de células vegetales de Taxus propagadas en medio acuoso junto con el hongo endofito Penicillium raistrickii [4] y no se usan
más extracciones de madera de Taxus
brevifolia. Pero los investigadores no se quedaron con este único proceso
de síntesis, en 2010, Haas reportó la posibilidad de optimizar la expresión de
las enzimas bacterianas y vegetales de síntesis de taxol en bacterias (Esclericia coli) para la producción de intermediarios
de la cadena de síntesis de esta molécula, de esta manera su producción es mas
económica.
De
esta manera muchos de los químicos verdes han mostrado algunas de las ventajas
del uso de las plantas y de la actividad bacteriana para extraer compuestos
importantes como lo son etanol, ácido cítrico y ácido láctico. En estos casos
el sustrato es material vegetal, principalmente almidón de maíz, el cual es
fermentado en contenedores de gran tamaño por bacterias o levaduras que se ha
seleccionado o transformado genéticamente para modificar su capacidad de
producir determinado compuesto. Por ejemplo en 2011 el 25% del maíz producido
en Estados Unidos fue usado como sustrato para producir bioetanol.
Adicionalmente
diversas investigaciones ponen a las plantas como fábricas de químicos útiles
al hombre (Figura 1). El plástico PHB (polihidroxiburato) es un polímero
biodegradable y resistente al agua que comercialmente es producido por la
bacteria Alcaligenes autrophus. En la
planta modelo Arabidopsis thaliana se
han introducido tres genes de A.
autrophus y PHB se ha podido acumular hasta en 100mg/g peso fresco o 14%
del peso seco de los cloroplastos [6], esto muestra la alta eficiencia de las
plantas modificadas y el valor agregado que genera una producción verde de
plásticos de manera más limpia con el ambiente.
Figura 1. Síntesis de
biopolímeros por fermentación bacteriana o por producción en plantas. Tomado de
[7].
Otro
campo de desarrollo importante para el uso de las plantas como fábricas verdes o
bioreactores es la producción de vacunas. Este campo se conoce como
“Biopharming” o producción de farmacéuticos en plantas y se desarrolló como
ruta alternativa para la producción de vacunas de manera más económica y
eficiente que la síntesis comercial, que usa costosos sistemas de células
animales. Este avance es importante para países en desarrollo que son los que
se benefician de vacunas de bajo costo, ya que es la herramienta más eficiente
para controlar enfermedades y epidemias [8]. Plantas modificadas genéticamente
han podido expresar proteínas recombinantes que incluyen antígenos y
anticuerpos virales y bacterianos, entre ellas están el banano, tomate, arroz,
zanahoria, entre otros que producen vacunas contra la hepatitis B y el cólera
(Tabla 3). Inclusive el fin de estas vacunas es que puedan ser administradas
directamente como parte del alimento y al ser consumidas inmunicen a las
personas objetivo, aunque aún no se ha llegado a este término con esta
tecnología.
Tabla
3. Algunas proteínas con actividad inmune expresadas en plantas y que han sido
reportadas en la literatura [2].
Aplicación potencial
Proteína expresada en
plantas
Caries dental
Proteína de superficie de Streptococcus
mutans
Cólera y diarrea por E. coli
Enterotoxina de E. coli
Hepatitis B
Antígeno de Hepatitis B
Malaria
Epítope “B-cell” de malaria
Influenza
Hemaglutatina
Rabia
Glicoproteína del virus de la
rabia
VIH
Epítopes gp41 y gp120 del VIH
Aunque
hay barreras legales, sociales y políticas para el uso de la biotecnología, los
avances en este campo han mejorado, y seguirán mejorando, ampliamente la
agricultura y la vida de los seres humanos. El uso de las plantas como método
alternativo de producción de compuestos de interés para el hombre abre una
puerta muy amplia para la investigación y la generación de industria teniendo
en cuenta que permite producciones más limpias y sostenibles y que puede
generar un impacto social de alto valor en el caso de síntesis de vacunas.
Referencias
[1] Sinclair, T. R., Purcell, L. C., & Sneller,
C. H. 2004. Crop transformation and the challenge to increase yield potential. Trends in plant science, 9(2), 70-75.
[2] Chrispeels,
M & D. Sadava. 2003. Plant, Genes and Crop Biotechnology. Jones and
Bartlett Publishers, Inc. London, UK. 2nd edition.
[3] Goodman, J
&, V. Walsh. 2001. The story of taxol. Nature and politics in the pursuit
of an anti-cancer drug. Cambridge University Press, Cambridge, UK.
[7] Gross, R.
& K. Bhanu. 2002. Biodegradable Polymers for the Environment. Science 297
(5582):803-807.
[8] Ahmad P,
Ashraf M, Younis M, Hu X, Kumar A, Akram NA, Al-Qurainy F. 2012. Role of
transgenic plants in agriculture and biopharming. Biotechnol Adv. 30(3):524-40.
Author: BIOGENIC on
miércoles, 5 de diciembre de 2012
¿Qué le sucede a una planta cuando tiene sed?
Por Lorena López-Galvis
Desde que inicie mi carrera de agronomía me interesé principalmente en explorar en detalle cómo se forma una planta, desde una célula hasta órganos
completos, más que en la producción masiva de cultivos agrícolas. Ese interés se convirtió en mi enfoque profesional, cuando en mi experiencia de
pasantía pude trabajar en campos de producción de frutas y allí vi que mi carrera me podía ofrecer también la oportunidad de entender como esa planta
crecía y lo que necesitaba para su desarrollo. Aprender que cada especie tiene requerimientos nutricionales y ambientales particulares, así como entender
que esos factores son primordiales para el manejo de los cultivos establecidos en ese ambiente, me permitió ver que así como hay lugares muy adecuados
para la producción agrícola, también existen ambientes limitantes para la producción vegetal. Esto último me llevó a enfocar mi carrera hacia la
investigación, y específicamente a trabajar en adaptación de plantas a ambientes secos o con baja disponibilidad de agua, lo que se conoce como
tolerancia a estrés por sequía.
Aunque existen muchos factores abióticos que afectan negativamente la producción agrícola mundial (calor, frío, sequía, acidez de suelos, salinidad), y
solo el 10% de la tierra arable del mundo está libre de estos problemas, es la sequía uno de los factores de mayor impacto económico, ya que afecta el
45% de las zonas agrícolas del mundo [1] y junto con los otros estreses abióticos puede
reducir la productividad en un 50-70% [2].
Las plantas son capaces de adaptarse y responder a las condiciones fluctuantes del ambiente que les causan estrés, debido a que el ambiente influye en la
expresión de genes de respuesta a dichos estreses y como consecuencia, las plantas ajustan sus patrones de desarrollo, fisiología y bioquímica. En el
caso particular de la sequía, la respuesta adaptativa o de tolerancia de las plantas depende de la etapa de desarrollo en la que se encuentren dentro de
su ciclo de vida. Las plantas pueden modificar sus respuestas de maneras diversas, por ejemplo pueden tratar de acortar su ciclo vegetativo y empezar a
florecer con tal de garantizar el paso de sus genes a las nuevas generaciones; en otros casos pueden reducir su metabolismo al mínimo y esperar hasta el
momento en que llegue la lluvia, para activar su ciclo reproductivo. A nivel fisiológico, las plantas pueden resguardar su agua interna evitando
transpirar (proceso de pérdida de agua por los estomas o poros de las hojas) a expensas de reducir el intercambio de gases, su tasa fotosintética y su
crecimiento. Adicionalmente, a nivel de mecanismos de desarrollo, hay plantas que al experimentar sequía desarrollan raíces largas y abundantes, con el
fin de explorar capas muy profundas de suelo en búsqueda de agua.
Desarrollo de raíces profundas
Las estrategias de mejoramiento de plantas para tolerar estrés por sequía son variadas y extensas. Dentro del programa de mejoramiento de frijol del
Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) se estableció una metodología de evaluación de líneas mejoradas de frijol teniendo en cuenta
principalmente el desarrollo de raíces profundas en condiciones de sequía [3, 4]. Las líneas mejoradas de frijol que
exhiben un mejor desarrollo radicular en el sistema de evaluación de sequía en cilindros bajo invernadero (Fig. 1), presentan también un buen desempeño y
tolerancia a condiciones de sequía en campo. De alguna manera estos materiales toleran sequía por medio de un gran desarrollo de su parte radicular.
Esta característica puede ser utilizada en el establecimiento de programas de fitomejoramiento y en la selección de las líneas que se cruzarán, con el
fin de producir materiales de frijol aptos para el cultivo en zonas secas de África oriental y occidental, y en América Latina. En estas zonas, el frijol
se cultiva por pequeños agricultores en condiciones mínimas de insumos y es un elemento fundamental de la dieta de estas poblaciones, ya que es una
proteína económica que aporta calorías [5].
Fig. 1. Plantas de fríjol creciendo en cilindros plásticos para observar el desarrollo de raíces en un sistema de riego óptimo (A) y de sequía en el suelo (B). Las flechas indican la profundidad a la cual llegaron las raíces explorando el suelo.
Sin embargo, las plantas no solo alteran su anatomía y fisiología en respuesta a condiciones de estrés, también tienen mecanismos moleculares que regulan
la expresión de genes para generar respuestas a estreses abióticos.
Genes DREB como activadores de respuestas a estrés
Dentro de las estrategias genéticas para mejorar la tolerancia de los cultivos a la sequía existen muchos ejemplos de genes promisorios que se han
investigado en plantas de cultivo de importancia económica (p.e. arroz, maíz, soya) y que por medio de ingeniería genética se han introducido en estas
especies, en la búsqueda de producir variedades que puedan adaptarse a ambientes con déficit hídrico. Un ejemplo de este tipo de genes son los DREB
(proteína de unión al elemento de respuesta a deshidratación, del inglés dehydratation-responsive element binding protein), los cuales se activan en
respuesta a condiciones de deshidratación, frío y salinidad e inducen la expresión de un amplio set de genes de respuesta a estrés. Por medio de la
transformación genética de plantas de arroz para la sobreexpresión (alta producción de transcrito) de los genes DREB1A y DREB1B se desarrollaron
fenotipos con tolerancia a estrés de sequía, frío y salinidad. Se encontró también que estas plantas transgénicas acumulaban azúcares y prolina los
cuales actúan como osmoprotectores en caso de estrés ya que pueden proteger a las células de perder excesivamente agua en condiciones de sequía, o de la
cristalización de los fluidos celulares en caso de helada [6].
Ya que los azúcares se han definido como moléculas importantes en la respuesta a estreses, existe un azúcar formado por dos unidades de glucosa que ha
sido estudiado por su capacidad de proteger a las células en condiciones de extrema deshidratación, este azúcar es conocido como trehalosa. Trehalosa: un azúcar osmoprotector
Bioquímicamente los azucares (sucrosa, fructosa, glucosa, etc.) son las
unidades energéticas de las células vegetales, son el alimento que
permite el
crecimiento y desarrollo de las plantas y son formados a partir de la
fijación de la luz solar durante el proceso de la fotosíntesis. Las
plantas tienen
diferentes capacidades de acumular los distintos azucares que producen,
pero hay uno en especial que ha sido estudiado por su función como
osmoprotectante en la planta de resurrección Selaginella lepidophylla.
Esta planta puede llegar a perder el 75% de su agua y reverdecer cuando
el agua
está disponible, este fenómeno se debe a la alta acumulación del azúcar
trehalosa en la planta deshidratada -15% de su peso seco- (Fig. 2). La
trehalosa
es también la responsable de que las levaduras sigan vivas a pesar de
estar en condiciones totalmente secas. Estas características de la
trehalosa la
hicieron uno de los objetivos de investigación de diversos grupos
científicos en el mundo en búsqueda de plantas tolerantes a la sequía.
De esta manera
en tabaco, arroz, trigo y alfalfa, entre otros, se han introducido genes
de levaduras y plantas involucrados en la síntesis de trehalosa
teniendo
resultados de cierta tolerancia a déficit hídrico que no estaban
directamente asociados con la acumulación de trehalosa. Sin embargo, las
plantas
modificadas con estos genes presentaron defectos en su desarrollo,
acumulación de otros azucares y otros fenotipos; lo que indica que los
genes
introducidos pueden alterar otros aspectos moleculares y no están
restringidos a síntesis y función osmoprotectante de la trehalosa [7].
Fig.2 La planta de resurrección Selaginella lepidophylla también
conocida como flor de Jericó, permanece viva en condiciones extremas de
deshidratación (A) y reverdece luego de absorber agua (B).
La trehalosa es derivada de la glucosa, y aunque en plantas cultivables se ha encontrado que hay numerosos genes envueltos en esta cadena metabólica, la
acumulación de trehalosa en plantas superiores es nula. Este hecho permitió plantear la pregunta de mi doctorado, ¿qué función cumplen todos esos genes
en la planta si no están encargados de la producción y acumulación de trehalosa? Lo que se encontró es que estas proteínas pueden estar divergiendo hacia
otras funciones en la planta que no son necesariamente la producción de trehalosa pero si el control del metabolito intermedio en su vía de síntesis
conocido como Trehalosa-6-Fosfato (T6P), el cual es una señal del estatus energético de la planta [7]. La modificación de la expresión de los genes de síntesis
de trehalosa en la planta modelo Arabidopsis thaliana, mostró un gran rango de fenotipos entre los cuales se encontraron fuertes interacciones de dichos
genes con la vía de señalización de hormonas como el ácido abscísico (ABA) [8].
El ABA es importante en activar la respuesta a estrés, en caso de déficit hídrico la acumulación de ABA en la planta hace que se cierren los estomas para
evitar perder el agua interna, sin embargo, esta respuesta no se ve en plantas en las que se ha suprimido un gen de síntesis de trehalosa (AtTPPG). En
estas plantas modificadas tampoco se observó un cambio importante en la producción de trehalosa o de otros azucares sugiriendo que esta proteína podría
estar jugando un papel más especifico en las respuestas a estrés por medio de ABA más que en el metabolismo de trehalosa [8].
En síntesis, durante mi carrera científica he podido explorar diferentes estrategias de investigación para entender los mecanismos tanto a nivel
morfológico, fisiológico y genético de tolerancia a estrés por sequía. Sin embargo este es un tópico muy complejo que ha requerido el esfuerzo de
investigadores en todo el mundo, y que últimamente ha generado la atención de la comunidad científica ya que los cambios climáticos y las irregularidades
en la frecuencia de lluvias han afectado enormemente a los cultivos y agricultores del mundo.
Referencias
[1] Flowers T.J., Yeo A.R. Breeding for salinity resistance in crop plants: Where next?
Aust. J. Plant Physiol. 1995; 22:875–884.
[2] Mittler R. Abiotic stress, the field environment and stress
combination. Trends Plant Sci. 2006; 11:15–19.
[3] López-Galvis, L. Evaluación de la tolerancia a la sequia en frijol común (Phaseolus vulgaris L.) en condiciones de invernadero. 2005. Tesis de
pregrado en Ingeniería Agronómica. Universidad Nacional de Colombia.
[4] Polania, J. A.; Rao, I. M.; Beebe, S
y García, R. 2009. Desarrollo y distribución de raíces bajo estrés por sequía en fríjol común (Phaseolus vulgaris L.) en un sistema de tubos con suelo.
Agron. colomb. 27: 25-32.
[5] Rao, I.M. 2002. Role of physiology in improving crop adaptation to abiotic
stresses in the tropics: The case of common bean and tropical forages. pp. 583-613. En: Pessarakli, M. (ed.). Handbook of plant and crop physiology.
Marcel Dekker, New York, NY.
[6] Dehydration responsive element binding protein
(DREB)1-type transcription factors in transgenic rice improve tolerance to drought, salt, and freezing. JIRCAS Research Highlights 2005.
[7] Paul, M., Primavesi, L., Jhurreea, D. y Zhang, Y. 2008.
Trehalose metabolism and signaling. Annu Rev Plant Biol 59:417-441.
[8] Vandesteene L, López-Galvis L, Vanneste K, Feil R, Maere S, Lammens W,
Rolland F, Lunn JE, Avonce N, Beeckman T y Van Dijck P. 2012. Expansive Evolution of the TREHALOSE-6-PHOSPHATE PHOSPHATASE Gene Family in Arabidopsis.
Plant Phys 160(2):884-96.
Author: BIOGENIC on
miércoles, 25 de agosto de 2010
Por Diana López
Curadora Colección de Tejidos y Coordinadora Laboratorio de Biología Molecular
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos "Alexander von Humboldt"
dclopez@humboldt.org.co
Si lo que queremos es emplear la biodiversidad existente para desarrollar procesos biotecnológicos, necesitamos en primer lugar saber que tenemos en biodiversidad, ¿pero como saber que tenemos si muchas veces no la conocemos? Los científicos conocen mejor cuántas estrellas hay en la vía láctea que especies, ecosistemas y genes en la Tierra. Hay cerca de 200 billones de estrellas [1], pero no sabemos con exactitud la riqueza de especies, reflejando lo impreciso de nuestro conocimiento, ya que se estima que existen entre 5 y casi 100 millones de especies [2], de las cuales solo se han descrito 1.257.735 [3]. Conviene anotar que por especie descrita, nos referimos a especies de las cuales se han descubierto ejemplares, recogido muestras, depositado en un museo, identificado como especies nuevas, y por último, asignado un nombre científico a través de una publicación científica. Por lo tanto, para alcanzar el conocimiento real de lo que tenemos a la velocidad de los descubrimientos actuales de 50 especies por día, y considerando 12.5 millones de especies como estimación conservadora, nos tomaría 685 años aproximadamente hallarlas. Esto nos conlleva a citar al biólogo Edward O. Wilson que escribió en 1993: "La biodiversidad es una de las riquezas más grandes del planeta, y no obstante la menos reconocida como tal..." [4].
Esta situación se hace más evidente en el caso de estudiar los insectos; en 1982, Terry Erwin, entomólogo del Instituto Smithsonian de los Estados Unidos, calculó el número de especies de insectos coleópteros que existirían en los trópicos, en 30 millones de especies [5]. Otro ejemplo son los microorganismos, en el caso de las bacterias, se han clasificado unas 4000 especies [6], sin embargo podría haber millones de nuevas especies por descubrir, en proporción asombrosa de hasta 10.000 especies desconocidas por cada especie descrita. Una estimación en 1990, estableció un número de 4.000 especies bacterianas por gramo de suelo como una medida limitante, ya que puede llegar a alcanzar intervalos entre 10.000 y 50.000 especies [7].
Por lo tanto tenemos todo un universo por explorar, una mina de oro verde para explotar, pero necesitamos de tecnologías que nos acorten el camino hacia el descubrimiento de la biodiversidad. El conocimiento de ésta podría ser muy útil para el avance de la ciencia y a su vez permitiría que países emergentes (usualmente ricos en biodiversidad) se vean compensados de un modo justo por su conservación y disponibilidad al servicio de la humanidad. Así por ejemplo, muchos de los medicamentos que usamos hoy en día proceden, directa o indirectamente, de fuentes biológicas; sin embargo se calcula que sólo se ha explorado el 1% de las plantas silvícolas como fuente potencial de fármacos [8]. Por otra parte tenemos los microorganismos que también juegan un papel importante en la industria alimenticia, y es a raíz de esta variedad de usos producidas por todos estos organismos que se da lugar a conceptos como: Biotecnología, Biotecnología Blanca, Roja, Azul y Verde, pero ¿qué es realmente la biotecnología? y ¿qué significan estos colores? En primer lugar, Biotecnología según el Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992, podría definirse como "toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos" [9]. Esta disciplina surge desde hace miles de años cuando se observó que de la fermentación del jugo de uva puede obtenerse un vino, que la leche podía convertirse en yogurt, y que era posible hacer cerveza fermentando soluciones de malta y lúpulo [10]. Pero es en los años 70, con el descubrimiento de la restrictasa (enzima capaz de reconocer y cortar el ADN en secuencias específicas) por Hamilton Smith y Daniel Nathans (1970) que nace en sí la biotecnología moderna [11].
Posteriormente tenemos los colores de la biotecnología que se definen en función del mercado al que se dirigen, donde la biotecnología blanca hace referencia a las aplicaciones en la industria empleando herramientas de la naturaleza relacionadas con la industria química, los procesos industriales de procesamiento de materias primas, la generación de tejidos biológicos, la generación de combustibles (biocombustibles), la biodetergencia y la bioremediación [12]. Por su parte la biotecnología roja, comprende distintos ámbitos como el terapéutico, diagnóstico, salud animal e investigación biomédica, incluyendo el desarrollo de alimentos funcionales y nutracéuticos (un alimento o parte de un alimento que proporciona beneficios médicos o para la salud, incluyendo la prevención y/o el tratamiento de enfermedades [13]), y es quizás este tipo la que causará un mayor impacto en nuestra manera de vivir [14]. La verde, es la que involucra el campo (sectores agrícola, ganadero y forestal), pero también es conocida porque incluye los cultivos transgénicos (OMG, sigla en español para organismos modificados genéticamente); engloba la aplicabilidad al control de plagas (biocontrol), a la mejora de la calidad de la tierra (biofertilización) y la industria [15]. Y finalmente tenemos la Biotecnología Azul, que se ocupa de los nuevos productos que pueden obtenerse mediante la explotación de biodiversidad marina y la acuicultura [16].
¿Cuáles son esas tecnologías que pueden acercarnos más rápidamente al conocimiento de la biodiversidad?
Antes de entrar a las tecnologías en sí, necesitamos conocer el insumo que emplearan dichas tecnologías para lograr los objetivos que buscamos. Así pues, el ADN, la estructura de doble hélice descrita por James Watson y Francis Crick en 1953, de dos largas cadenas de nucleótidos con polaridad opuesta, unidas entre sí, es nuestra materia prima. Cada nucleótido está formado por un azúcar: la desoxirribosa, una base nitrogenada que puede ser de cuatro tipos diferentes: adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T) y un grupo fosfato. Estas bases nitrogenadas serán las letras de nuestro libro de la vida y las que nos darán elementos que nos ayuden a determinar una especie (complementadas con estudios fisiológicos, anatómicos, ecológicos entre otros) u otra por medio de técnicas como la secuenciación. Recientemente, las técnicas de secuenciación (determinación del orden de bases nitrogenadas) se han revolucionado con metodologías como la pirosecuenciación, la cual es aplicable a genomas completos [17], y es basada en la monitorización en tiempo real de la síntesis de ADN usando luminiscencia. La pirosecuenciación se conoce desde hace algunos años, pero gracias al impulso dado al desarrollo de nuevas tecnologías más eficientes y baratas, se han conseguido una serie de mejoras que han hecho posible la aplicación de esta técnica para la secuenciación a escala genómica y con bajo costo, constituyendo así, lo que hoy en día se conoce como secuenciación de nueva generación [18].
Así hoy en día nos encontramos en una época donde la secuenciación del ADN es lo suficientemente barata, y leer los códigos genéticos se está convirtiendo en un proceso rutinario, lo que nos acerca a un conocimiento más amplio de la biodiversidad, Y nos deja a un paso hacia el descubrimiento de una enorme riqueza biológica que potencialmente permitirá crear nuevas medicinas, plantas de cultivo, productos farmacéuticos, fibras, pulpa, vegetación restauradora del suelo, sustitutos del petróleo y otros productos todavía no desarrollados. Esto nos lleva a evaluar la estimación del valor de la biodiversidad, desde un valor de uso (directo como el turismo o indirecto como la polinización) a un valor intrínseco, donde la mayoría de las especies deberán ser evaluadas aún por la importancia económica actual y futura. Sin embargo, debemos ser conscientes de que aún nos falta mucho para aprender a valorar, no sólo lo económico, si no más aún el papel ecológico de la biodiversidad y ese valor o precio no lo podemos ni siquiera imaginar.
Un ejemplo: Estudiando la comunidad microbiana como insumo para la biotecnología
Stephen Jay Gould dijo “En la Tierra no vivimos en la Era del Hombre o de los humanos, vivimos hoy, y siempre, en la Era de la Bacterias” [19]. Las bacterias (Reino Procariota) son, y siempre han sido, la forma de vida predominante en la Tierra [20].
Durante muchos años, las comunidades bacterianas se han descrito mediante técnicas tradicionales de cultivo en el laboratorio. No es fácil, sin embargo, obtener cultivos representativos del número y la diversidad de las bacterias en las muestras originales [21]. Hoy contamos con múltiples técnicas procedentes de diversas disciplinas científicas (desde la Biología Molecular hasta la Genómica y la Bioinformática), para el estudio de la diversidad microbiana, no sólo por su papel en el conocimiento de la función, estructura y evolución de las poblaciones que componen una comunidad, sino como una fuente importante de investigación médica, industrial y biotecnológica. De este tipo de estudios surgió la metagenómica, que se basa en el estudio de ADN genómico obtenido de microorganismos sin cultivar. Gracias a esta nueva disciplina, en el año 2004, el científico Craig Venter y colaboradores, secuenciaron más de un millón de fragmentos de ADN a partir de una muestra del bacterioplancton, detectando más de 1800 especies o filotipos (secuencias distintas del gen 16S rRNA) [22]. Posteriormente, el proyecto de Muestreo Global del Oceano liderado también por Venter, ha llevado a cabo la secuenciación masiva de 7,7 millones de genes de genomas bacterianos, procedentes de 41 muestras de diversos ambientes acuáticos [23].
Diferentes nichos microbianos, y particularmente los nichos edáficos (relativo al suelo), han sido la fuente de moléculas con aplicaciones terapéuticas como: compuestos antimicrobianos, anticancerígenos, antidepresores, así como la fuente de moléculas y organismos cultivables con aplicaciones industriales en diversos campos [24]. La metagenómica representa una oportunidad para dilucidar más ampliamente el potencial biotecnológico inmerso en dichas comunidades, convirtiéndose en una herramienta útil para acceder a la elevada biodiversidad de las muestras ambientales. La información que proporcionen las librerías metagenómicas enriquecerá el conocimiento y, por tanto, las aplicaciones prácticas en campos como la industria, la investigación terapéutica o la sostenibilidad del medio ambiente.
Por lo tanto mientras más rápido avancemos en el camino del conocimiento de la biodiversidad, más rápido estaremos en el camino de su empleo en nuestro diario vivir y será gracias a las tecnologías disponibles en la actualidad que este camino se acortará.
Referencias [1] http://legacy.spitzer.caltech.edu/espanol/edu/ask/galaxies.html
[2] http://news.mongabay.com/2008/0527-species.html
[3] www.catalogueoflife.org/col/
[4] Wilson, Edward. 1993. The Diversity of Life. New York: W.W. Norton. 424p.
[5] Erwin, T.I. 1982. Tropical forest: their richness in Coleoptera and other arthropod species. Colept Bull 36: 74-75
[6] http://www.biotech.bioetica.org/clase3-8.htm
[7] http://www.revistadelibros.com/articulo_completo.php?art=4336
[8] http://www.inwent.org/E+Z/zeitschr/ds401-3.htm
[9] http://www.cbd.int/
[10] www.argentina.ar/advf/.../48bbfc44c7e216.55863804.pdf
[11] Smith, John E. 2006. Biotecnología. España. Editorial Acribia, S. A. 267p.
[12] http://www.biocat.cat/es/biotecnologia-blanca-o-industrial-para-obtener-energia
[13] http://www.nutraceuticamedica.org/definicion.htm
[14] http://www.biocat.cat/es/biotecnologia-roja-o-sanitaria-biotecnologia-para-curar
[15] http://www.biocat.cat/es/biotecnologia-verde-o-agroalimentaria-para-alimentar
[16] http://www.canariasbioregion.org/?mod=Areas&titulo=Biotecnologia-Azul&cat=39
[17] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/bookshelf/br.fcgi?book=cooper&part=A448#A461
[18] http://www.medmol.es/tecnicas/85/
[19] Gould. S.J. 1997. La grandeza de la vida. La expansión de la excelencia de Platón a Darwin. Barcelona: Crítica. Capítulo 14, p. 178-229. (Traducción castellana de Oriol Canals de: Full House. The Spread of Ex-cellence from Plato to Darwin. New York: Harmony, 1996).
[20] http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0025-76802005000400018
[21] González, J. M., Pedrós-Alió, C & Gasol, Josep. 2008. Plancton bacteriano de los océanos. INVESTIGACION Y CIENCIA, Diciembre.
[22] Venter JC, Remington K, Heidelberg JF, Halpern AL, Rusch D, Eisen JA, Wu D, Paulsen I, Nelson KE, Nelson W, Fouts DE, Levy S, Knap AH, Lomas MW, Nealson K, White O, Peterson J, Hoffman J, Parsons R, Baden-Tillson H, Pfannkoch C, Rogers YH & Smith HO. 2004. Environmental genome shotgun sequencing of the Sargasso Sea. Science 304:66-74.
[23] Rusch DB, Halpern AL, Sutton G, Heidelberg KB, Williamson S, Yooseph S, Wu D, Eisen JA, Hoffman JM, Remington K, Beeson K, Tran B, Smith H, Baden-Tillson H, Stewart C, Thorpe J, Freeman J, Andrews-Pfannkoch C, Venter JE, Li K, Kravitz S,Heidelberg JF, Utterback T, Rogers YH, Falcón LI, Souza V, Bonilla-Rosso G, Eguiarte LE, Karl DM, Sathyendranath S, Platt T,Bermingham E, Gallardo V, Tamayo-Castillo G, Ferrari MR, Strausberg RL, Nealson K, Friedman R, Frazier M & Venter JC. 2007. The Sorcerer II Global Ocean Sampling expedition: northwest Atlantic through eastern tropical Pacific. PLoS Biol 5(3):e77.
[24] Roesch, LFW, Fulthorpe, R. R., Riva, A., Casella, G., Hadwin, K. M., Kent, A. D., Daroub, S. H., Camargo, F. A. O., Farmerie W. G., Triplett, E. W. 2007. Pyrosequencing enumerates and contrasts soil microbial diversity. The ISME Journal 1: 283-290.
Author: Lorena López-Galvis on
miércoles, 3 de febrero de 2010
Por Lorena López
En este artículo daré una breve introducciónacerca de biotecnología y su uso en el desarrollo de plantas transgénicas, las principales preocupaciones de la sociedad en su uso y consumo, y la comercialización de semillas transgénicas por grandes compañías.
Qué es Biotecnología? Qué es un OMG?
La Biotecnología se refiere comúnmente a nuevos métodos científicos usados para modificar el material genético de un organismo con el fin de producir características únicas que no se podrían obtener por métodos de mejoramiento convencional. Estos productos son conocidos como transgénicos o organismos genéticamente modificados OMG (GMO sigla en ingles), ya que poseen genes foráneos o de otras especies dentro de su material genético o ADN.
Algo de historia
Fue entre 1972 y 1974 cuando Peter Lobban en el laboratorio de A. Dale Kaiser en la Universidad de Stanford, propuso y puso en marcha técnicas para el aislamiento y amplificación de genes o segmentos de ADN para ser insertados con precisión en otra célula [1]. Esto fue posible con el uso de enzimas de restricción descubiertas en 1970 por Hamilton Smith, las cuales permiten cortar y pegar fragmentos de ADN de cualquier fuente formando un ADN recombinante (rDNA, recombinant DNA, por sus siglas en inglés). Así el primer reporte de organismos genéticamente modificados viene de 1973, cuando se aisló un gen de la bacteria Salmonella y se introdujo en la bacteria Esclerichiacoli, generando una bacteria transgénica por medio de rDNA. Sin embargo las preocupaciones acerca de los riesgos inherentes al uso de esta tecnología suscitaron una conferencia de rDNA en el Centro de Convenciones Asilomar en California en 1975, en la cual se hizo la primera guía de uso y seguridad de rDNA para ser seguida por todos los científicos que hacían investigación en esta tecnología [2] .
La investigación en rDNA siguió en marcha y en 1978 se anunció la producción de insulina humana en E. coliproducto de la compañía Genentech (Genetic Engineering Technology, Inc. por sus siglas en ingles) ahora miembro del grupo Roche. En 1982 Monsanto (la compañía más grande en investigación y desarrollo de productos agrícolas biotecnológicos) logró la modificación genética de una célula vegetal y en 1996 llevó al mercado la primera semilla de soya resistente a herbicidas usando un gen de origen bacterial [3].
Las promesas de la ingeniería genética y los resultados de más de dos décadas de trabajo
Este advenimiento de la ingeniería genética de plantas en 1983, mostró como la manipulación transgénica podría beneficiar e incluso revolucionar la agricultura. El movimiento de caracteres genéticos deseables, superando la barrera entre especies, prometía resolver problemas en el manejo de cultivos, mejorar la salud animal y humana y dar nuevos ingresos a agricultores por cultivos de uso farmacéutico e industrial [4]. Además potencialmente podía beneficiar a países pobres dándoles cultivos de mayor rendimiento en suelos de baja fertilidad, resistentes a condiciones climáticas adversas (sequia y altas temperaturas), o con alto valor nutritivo.
Los resultados, después de más de 20 años de investigación y desarrollo en plantas transgénicas, muestran que para 2008 fueron sembradas alrededor de 125 millones de hectáreas de cultivos transgénicos (10.5% mas que en 2007) en 25 países (eran solo 6 países para 1996 creciendo a 22 en 2006) [5]. De estas plantas,la mayoría eran los cultivos de mayor interés económico en el mundo: soya, maíz, algodón, canola y alfalfa. En las cuales se había incorporado genes que confirieron resistencia a herbicidas e insectos, además de cultivos con interesesespecíficos como papa resistente a un virus que podría acabar con las siembras en África, arroz con alto contenido de hierro y vitaminas necesario para la población asiática malnutrida y una variedad de plantas capaces de sobrevivir en ambientes extremos [6]. Entre 1996 y 2008 se sembraron en total 800 millones de hectáreas de cultivos transgénicos, tomó 10 años alcanzar 400 millones de hectáreas pero en solo 3 años se alcanzaron acumulativamente las mismas hectáreas de OMG, estos fueron sembrados en 15 países para el desarrollo de productos y en 10 países para uso industrial [5].
Preocupaciones sobre el uso de plantas transgénicas
Consumo y salud humana
Pese a estas novedades aparentemente prometedoras, se han presentado discusiones sobre la seguridad del consumo de este tipo de alimentos. Muchas investigaciones se han realizado para apoyar o ir en contra de su consumo, sin embargo no hay pruebas con suficiente base científica para marcar las plantas transgénicas como perjudiciales para el ser humano, sin embargo hay que tener en cuenta que lo importante en este caso es mirar cada transgénico independientemente, ya que el transgén usado al provenir de diferentes fuentes (plantas, virus, bacterias), implica diferentes riesgos al ser liberado en el ambiente o al ser consumido. Como ejemplo esta un estudio realizado en Francia (Séralini et al, 2007, [7]) en el que por 90 días dan como alimento maíz genéticamente modificado (con tolerancia a herbicida y resistencia a insectos producido por Monsanto) a ratas y evalúan el efecto de esta dieta en la sangre y órganos de estos mamíferos, los resultados sugieren daños en órganos de las ratas y signos de toxicidad hepatorenal afectando riñones e hígado, los cuales son los órganos detoxificantes del organismo, y dependen del sexo de las ratas y la cantidad de este maíz en la dieta. Sin embargo Monsanto responde a este artículo diciendo que le hace falta rigor estadístico al usar métodos de estadística no-tradicionales que sesgan los resultados toxicológicos del experimento, además de indicar que no puede tener significancia biológica un tratamiento que afecta mas dependiendo del sexo del mamífero, respuestas que son apoyadas por El Consejo Francés de Biotecnología (HCB) y El Estándar de Alimentos de Nueva Zelanda y Australia (FSANZ) [8].
Mirando a fondo la investigación se encuentra que fue financiada por Greenpeace, así que la transparencia de los experimentosy las conclusiones quedan en duda cuando la organización que mas ataca el uso y consumo de OMG esta pagando por este tipo de estudios y cuando las compañías directamente atacadas ven en el uso de la estadística la forma de desmentir los hallazgos de los científicos, o como dice Monsanto estos resultados se pueden tener por simple azar y no por el efecto de los tratamientos [9], será que si en estos datos se aplica una estadística mas tradicional se llegarán a las mismas conclusiones de toxicidad? Según Monsanto no, soportado por una extensiva revisión del artículo, de los datos y de su propia experiencia en este tipo de investigaciones [10].
Ambiente
Otras preocupaciones surgen acerca de la seguridad del ambiente. Por ejemplo la polución genética por el movimiento de estos genes foráneos a otras especies lo cual,podría implicar desarrollo de nuevas bacterias resistentes a antibióticos por medio de transferencia horizontal de genes al haber un movimiento del transgén de la planta a la bacteria, sin embargo este proceso necesita una serie de condiciones en las células, en el ambiente, además de una localización espacio-temporal de la bacteria y la planta transgénica tan especifica que en la naturaleza difícilmente suceden; adicionalmente se debe tener en cuenta el simple hecho de que la bacteria tiene la capacidad de degradar cualquier ADN foráneo lo cual significa una menor probabilidad de esta polución genética [11].
También se habla de la invasividad, viéndola como la capacidad de un organismo devolverse una plaga y esparciese por todo el ecosistema, lo cual puede suceder principalmente de dos formas por autosostenibilidad de la población o por la introgresión de genes a la población silvestre o nativa. Por medio de intercruzas puede haber transferencia de genes, pero estudios de resistencia a herbicidas en malezas dio como resultado que no tienen ninguna ventaja ecológica, sin embargo el caso de otros transgenes como la tolerancia a salinidad en el suelo no han sido estudiados [11].
Otras preocupaciones ecológicas se derivan del contacto directo de poblaciones no objetivo con la planta transgénica, por ejemplo, en el caso de la abeja que se alimenta de polen de una planta transgénica tolerante a insectos, la exposición a la toxina (insecticida) en el polen es demasiado baja e inocua para la abeja, así que depende de la cantidad de toxina presente para que el insecticida funcione como tal en insectos nativos. Cabe aclarar que para poblaciones de insectos en el suelo, donde por ejemplo entrarían en contacto con la toxina al degradarse la planta en el suelo,no se ha encontrado ningún efecto del insecticida en ellos [11].
Y como último punto los efectos en la biodiversidad (abundancia y composición de especies) del agro-ecosistema. Las áreas de siembra de plantas transgénicas deben estar totalmente aisladas del ecosistema natural, por esto la dispersión de semillas, o contaminación del ambiente con plantas transgénicas o por el movimiento de polen y cruce con especies relacionadas depende exclusivamente de la responsabilidad delagricultor al sembrar bajo todos los requerimientos los OMG. También relacionado a esto, esta la reducción en la biodiversidad ya que probablemente la siembra de estas semillas termine siendo la única fuente de cierto tipo de alimentos, pero esto no difiere mucho del modelo de monocultivo que se usa en muchas zonas agrícolas del planeta.
Legislación
La bioseguridad y el uso adecuado de los OMG en campo son estrictamente controlados y aunque hay unas reglas generales para el uso de estos cultivos, muchos países tienen legislación específica tanto para la siembra como para la introducción de dichos materiales. La Unión Europea es la que presenta la legislación mas fuerte a nivel mundial,ellos paraasegurar el desarrollo de la biotecnología moderna y los OMG bajo completa seguridad formula la Regulación (EC) 1829/2003, por la cual procura proteger la vida, la salud y el bienestar humano, el medio ambiente y los intereses del consumidor mientras asegura que el mercado interno trabaja eficazmente. Esta regulación es suplementada por la Regulación (EC) 1830/2003 en la cual se asegura el rastreo y la comercialización de los OMG puestos en el mercado [12]. También tiene regulaciones en los permisos para la entrada de ciertos productos los cuales deben estar autorizados por la comisión Europea basados en los estudios de riesgos realizados por la Autoridad Europea en Seguridad de Alimentos (EFSA, por sus siglas en ingles).En países como Alemania, España, Portugal, Eslovaquia, Polonia y República Checa es permitida la siembra de maíz transgénico [5], mientras que en otros miembros de la UE tienen totalmente prohibida su siembra y durante la comercialización los productos deben estar etiquetados como OMG. Caso contrario a países como Estados Unidos, el cual es el mayor productor de cultivos transgénicos teniendo mas del 50% de su producción, lo siguen países como Argentina, Brasil, Canadá, India y China, y en pequeña proporción otros países de América Latina.
Ciencia e Industria
Aparentemente, el mundo prometido por la ingeniería genética vegetal solo dependería de la efectividad de los científicos para entender los procesos específicos que ocurren en las plantas y utilizar los genes adecuados en la mejora de cultivos de importancia mundial. Sin embargo esta moneda tiene dos caras, la científica o de desarrollo y la económica o de mercado, y esta última depende de la industria y de los intereses que esta tenga. Ya que los OMG se perciben como ventajosos para el agricultor o el consumidor,la industria se concentra en innovaciones que los agricultores y el mercado van a apreciar [13]. Inicialmente se pensó en plantas transgénicas para incrementar la protección de cultivos, con resistencia a herbicidas o insectos, sin embargo el potencial de uso se amplió a otras características como tolerancia a sequía, uso efectivo de nutrientes limitantes en el suelo, cosecha de proteínas, e inclusive de anticuerpos, reducción de compuestos no deseados en un cultivo, y últimamente la producción de combustibles como el etanol, todo esto significa que es el mercado el que regula la investigación pagada por las grandes compañías biotecnológicas.
Derechos sobre la investigación y el conocimiento
Algo que ha desatado mucha polémica es el mercado de las semillas y las plantas transgénicas, ya que las compañías científicas que invierten en su investigación y desarrollo se hacen acreedoras de las patentes sobre los genes utilizados. Las patentes generan dividendos a las compañías y protegen la invención aproximadamente por 20 años (gen y método de desarrollo del OMG), garantizando así la comercialización exclusiva del productorecuperando la inversión y obteniendo ganancias. Durante ese tiempo, la compañía se prepara para la innovación o mejora de OMG, que reemplazaran a aquellos a los que la patente se les vencerá a mediano plazo [13]. Este es el caso de las primeras semillas transgénicas de soya tolerante a un herbicida específico, las cuales fueron liberadas al mercado en 1996 por Monsanto. Esta soya y el herbicida al que estolerante fueron desarrollados por la misma compañía y las semillas están cubiertas por patente hasta 2014. Esto involucra que cualquier compañía podría usar el mismo gen y proceso para desarrollar el mismo tipo de semillas o variantes de estas, e inclusive los agricultores podrían guardar algo de estas semillas para la siguiente época de siembras. Sin embargo durante este tiempo la compañía ha desarrollado un producto mejor de soya con la resistencia al herbicida y con mayor rendimiento, sobre el cual también hay una patente y hará que los agricultores se muevan a comprar el nuevo producto a preciosque pueden ser el doble de una semilla normal [14]. Así que el ciclo sigue y las compañías continúan con el monopolio sobre los derechos de la investigación y el desarrollo de nuevas variedades.
Para pensar
El balance de los primeros trece años de la revolución agro-biotecnológica(desde 1996 cuando se liberó la primera semilla transgénica al mercado), se resume en una mayor adopción de OMG por el mundo como medio para garantizar su seguridad alimentaria, mas seguridad en el uso de estos, y mayor aceptación de los consumidores. Sin embargo, los debates acerca del monopolio industrial para la producción de semillas transgénicas, los derechos sobre los genes y procesos de mejora de variedades en mano de unos pocos, el impacto de los OMG en el ambiente y el uso de la biotecnología en pro de los más desfavorecidos alimentariamente siguen en discusión.
[7] de Vendômois JS, Roullier F, Cellier D, Séralini GE. A Comparison of the Effects of Three GM Corn Varieties on Mammalian Health. Int J Biol Sci 2009; 5:706-726. http://www.biolsci.org/v05p0706.htm
Séralini GE, Cellier D, Spiroux de Vendômois J. New analysis of a rat feeding study with a genetically modified maize reveals signs of hepatorenal toxicity. Arch Environ Contam Toxicol. 2007;52:596-602
Mas información acerca de
Estado de los cultivos transgénicos en 2008 por El Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones Agro-Biotecnológicas