Por Alejandro Chaparro
Entre 1996 y
2011, el uso agricola a nivel global de los cultivos genéticamente modificados (GM)
significó una reducción en el uso de herbicidas y pesticidas de 473 millones de
Kg de ingrediente activo, resultando en una disminución del 18,3% en el impacto
ambiental asociado con estos agroquímicos. En ese período de tiempo los
beneficios económicos netos para los agricultores adoptantes de la tecnología
GM (tolerancia a herbicidas / resistencia a insectos) y en los cuatro
principales cultivos (soya, algodón, maíz, canola) fue de 98,2 mil millones de dólares. Cincuenta y uno por ciento de estas
ganancias se atribuyen a reducción en los costos de producción (menos labranza,
menos pesticidas, menos mano de obra), y 49% a sustanciales ganancias en el
rendimiento. En esos 16 años, se adicionaron a la producción agrícola global,
como resultado de la aplicación de la ingeniería genética en los cuatro
principales cultivos, 328 millones de toneladas de alimentos, piensos y fibras (1 y 2).
¿Qué tipo de entidades desarrollan los GM a nivel mundial ?
James (2011)
plantea que se han conformado simultáneamente tres tipos de operadores. Las corporaciones
multinacionales, que son responsables de la producción de la mayoría de las semillas GM en cultivos como la soya, el maíz, el algodón y la colza. Estos cultivos cubren un área aproximada
de 160 millones de hectáreas. El segundo tipo, son alianzas público-privado, que
están desarrollando tres
proyectos: berenjena GM con tolerancia a insectos de la empresa india Mahyco,
que al mismo tiempo que desarrolla híbridos comerciales, dona esta tecnología a
institutos públicos; maíz GM tolerante a la sequía desarrollado por Monsanto y
las Fundaciones Gates/Buffet con la “African Agricultural Technology Foundation”;
y el proyecto de soya GM tolerante a herbicidas del consorcio Empresa Brasilera
de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA)/BASF) en Brasil. El
tercer tipo de desarrollador es de carácter público, que están trabajando en tres
proyectos: la Academia de Ciencias Agrarias de China, que ha trabajado para
desarrollar algodón GM y arroz GM con tolerancia a insectos, así como el maíz
de fitasa; la Universidad de Cornell que ha desarrollado la papaya GM
resistente a virus comercializada en Hawai; y EMBRAPA que ha desarrollado el
frijol GM resistente al virus del mosaico dorado.
¿Cuál es el panorama de los GM en Colombia?
En Colombia, los
cultivos GM se utilizan desde el año 2000. Para el 2012, se sembraron 28.172
hectáreas de algodón GM, 75.046 hectáreas de maíz GM, y 12 hectáreas de clavel
GM en 20 regiones del país (4). Por tanto, se dan las condiciones
para que los agricultores colombianos adopten la tecnología GM. Además, existen
instituciones que tienen grupos de investigación que trabajan en ingeniería genética de plantas: Centro Internacional de Agricultura
Tropical (CIAT), Centro Nacional de Investigaciones del Café (CENICAFE), Centro
de Investigación de la caña de azúcar (CENICAÑA), Corporación Colombiana de
Investigación Agropecuaria (CORPOICA), Corporación para Investigaciones
Biológicas (CIB), Universidad Nacional de Colombia (UNC), la Universidad de
Antioquia (UA). En estos esfuerzos
han participado algunos gremios de
la producción, tales como la Federación Nacional de Arroceros (FEDEARROZ),
Federación Nacional de Cafeteros (FEDECAFE), Federación Colombiana de
Productores de papa (FEDEPAPA), Federación Nacional de Cultivadores de Cereales
y Oleaginosas (FENALCE), Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de
Colombia (ASOCAÑA). Sin embargo, no se ha liberado comercialmente ningún
cultivo GM desarrollado por estas entidades nacionales, todas las semillas GM
que se usan en el país, las producen las corporaciones multinacionales. Uno de
los problemas fácilmente detectables, es que no hay ningún esfuerzo de
coordinación entre estas instituciones, a pesar del reducido número de
investigadores que trabajan en el área.
¿Será posible desarrollar variedades GM para la
agricultura colombiana desde entidades nacionales (públicas o privadas) o de
alianzas entre ellas?
Desde mi
experiencia como director del grupo de Ingeniería Genética de Plantas de la UNC
por 13 años, en los que hemos trabajado con varios gremios agrícolas,
intentando desarrollar variedades GM para la agricultura nacional, considero
que la respuesta tienen que ver con los problemas típicos de las economías subdesarrolladas
y con asuntos particulares del área de investigación.
Colombia no
cuenta con empresas nacionales privadas productoras de semillas, con la
fortaleza científica y financiera de Mahyco, ni tampoco con instituciones
públicas de investigación con el fuerte apoyo estatal de EMBRAPA. La carencia
de este tipo de ejecutores a nivel nacional limita el desarrollo de verdaderos
proyectos nacionales en areas como la producción de cultivos GM. Una de las razones que mantienen esta incapacidad de
desarrollo biotecnológico tiene que ver con
la manera como los recursos para la financiación de investigación son
manejados. El poco dinero disponible para investigación se genera de la aplicación de políticas públicas, son recursos extremadamente
limitados y que a mi parecer son distribuidos de forma irracional. Un ejemplo
de este desbalance en la distribución del dinero
destinado para investigación esta
ocurriendo en este momento. Pues para el 2014, Colombia cuenta con dos sistemas
para el manejo y distribución de estos
recursos, el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación
(Colciencias) y el “Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación” del “Sistema
General de Regalías”. Colciencias tiene asignados fondos por 2,5 millones de
dólares para el programa nacional de investigación agropecuaria, y otro tanto para
el programa nacional de investigación en biotecnología. Por estos fondos
concursan 443 grupos de investigación en el primer caso, y 297 en el segundo.
Estas convocatorias son manejadas directamente por la academia, a través de
evaluaciones realizadas por pares. Mientras tanto, el “Fondo de Ciencia,
Tecnología e Innovación” del “Sistema General de Regalías”, mediante acta 005 de 2013, asignó para
el proyecto “Desarrollo de un Programa de
Gestión Tecnológica para la Innovación Social y Productiva de la Carne y
la Leche en Sistemas de Producción Bovina de la Región de los Llanos en
Colombia” 8,8 millones de dólares. A pesar del nombre, este proyecto fue
aprobado para una sola región del país, el departamento de Arauca. Los
proyectos de este tipo, tienen un alto componente político, puesto que solo se
pueden presentar con el aval del gobernador, en este caso de un departamento
cuya clase política es bien conocida por sus altos niveles de corrupción.
Además, esta enorme cantidad de dinero es aprobada para una región que cuenta solo
con un grupo de investigación reconocido por Colciencias.
Otro problema,
que tiene que ver con las particularidades del área, y que es un problema
global, es la maraña de patentes que afectan las tecnologías básicas para el
desarrollo de los cultivos GM, puesto que se patenta de todo: genes y
secuencias parciales de DNA,
elementos reguladores de genes, proteínas y sus funciones, vectores (transferencia,
clonación, expresión) de genes,
organismos GM (microbios, plantas, animales) y sus líneas celulares,
procesos para desarrollar organismos transgénicos, sistemas de regeneración de
plantas (5). Cinco grandes compañías dominan
las patentes en tecnologías básicas para ingeniería genética de plantas:
Monsanto, Dupont, Syngenta, Bayer y Dow (6). Estas
compañías establecen licencias cruzadas exclusivas entre sí: Monsanto y Bayer
para el uso del sistema de transformación genética de plantas basado en Agrobacterium tumefaciens, Monsanto y
Dow para el uso de las tecnologías de resistencia a insectos y herbicidas en
maíz (7). Estas compañías son también los principales proveedores de
semillas GM. La maraña de patentes ha tenido efectos negativos en el desarrollo
de la investigación o en la comercialización del producto. El arroz dorado
involucró el uso de 70 elementos previamente patentados (8). La Comisión Nacional de
Fresa de los Estados Unidos, ante la dificultad para obtener y manejar las
licencias comerciales de todos los titulares de las patentes involucradas en el
desarrollo de una variedad de fresa transgénica resistente a una enfermedad
fungosa, decidió interrumpir el proyecto
(9). La Universidad de Michigan fue obligada por los jueces
del estado, a destruir una línea transgénica de pastos de forraje, debido a la
demanda entre la compañía detentora de la patente del gen y la compañía
detentora de la patente de la región promotora (9). Ahora bien, las
patentes son limitadas en tiempo y espacio. Es importante analizar cada caso, en
términos del país en que se aplica, las reivindicaciones que cubre, y la fecha
de expiración. Por ello se comienza a encontrar en la literatura especializada,
la bienvenida a los cultivos GM genéricos. Para el 2014 se espera que 29 patentes involucradas en el
desarrollo de cultivos GM, vayan a expirar. La más importante de ellas, es la
patente sobre la tecnología “Roundup Ready” de la corporación multinacional
Monsanto, que se usa para producir cultivos tolerantes al herbicida glifosato
(10).
Sin embargo, el
escenario de la libertad de operación en biotecnología vegetal, que era alta en
países subdesarrollados, donde las corporaciones multinacionales no estaban
interesadas en patentar, comienza a cambiar rápidamente, debido a la aplicación
de capítulos sobre propiedad intelectual suscritos en los tratados de libre
comercio. En Colombia, la firma del TLC con Estados Unidos, incluye el “Patent
Prosecution Highway” (PPH) mediante el cual se permite convalidar por la
Superintendencia de Industria y Comercio, los exámenes de patentes realizados
por la “United States Patent Trademark Office” y viceversa. Ante la asimetría
en términos de capacidad científico-técnica de los dos países, es claro que la
tendencia favorecerá al país con mayor capacidad instalada, limitando
seriamente la libertad de operación para el desarrollo de proyectos de
investigación y desarrollo en el otro.
Uno de los
factores de que depende la adopción de cultivos GM es el sistema regulatorio,
que debe ser apropiado, responsable y eficaz, según James (2011). La
reglamentación colombiana para la liberación comercial de cultivos GM (decreto
4525 de 2005) establece la necesidad de realizar estudios de bioseguridad, de
eficiencia biológicos, de eficiencia agronómica y de inocuidad. Los estudios de
bioseguridad mínimos, se refieren a: flujo de genes, efecto sobre poblaciones
no blanco, efecto sobre malezas, patógenos y malezas asociadas, según sea el
caso. Los estudios biológicos, determinan si el cultivo GM es equivalente en la
composición química y nutricional con respecto a la contraparte convencional.
Los estudios de eficiencia agronómica, determinan si el cultivo GM es agronómicamente
equivalente al convencional. Los estudios de inocuidad, deben demostrar que el
cultivo GM no genera ningún riesgo nuevo para el consumidor animal o el
consumidor humano. Para ello deben realizarse estudios inmunológicos y
toxicológicos. Además los estudios de bioseguridad y de eficiencia agronómica,
deben ser realizados en cada región agroecológica, donde se proyectó su la
liberación comercial del cultivo GM. El costo de estos ensayos de campo y
ensayos de laboratorio, se estima en varios millones de dólares y es mas alto
que el costo de desarrollo.
Conclusión
La coordinación
de actividades entre las instituciones interesadas en el desarrollo de cultivos
GM, debe considerar los derechos de propiedad intelectual y los temas
regulatorios. Aun así, pueden presentarse colaboraciones en temas como el “know
How” tanto para el desarrollo, como para el cumplimiento del paquete
regulatorio. Ello rebajaría los costos, aceleraría los trabajos, y construirá un ecosistema de innovación
biotecnológica muy interesante. Depende entonces, de la voluntad política de
sus responsables, y de la actividad práctica de sus investigadores.
BIBLIOGRAFÍA
1. BROOKES, G. & BARFOOT, P. 2013a. Global income and production
effects of GM crops 1996-2011, GM Crops and Food: Biotechnology in Agriculture
and the Food Chain, Jan-March 2013. 4.1, 74-83
2. BROOKES, G. & BARFOOT, P. 2013b. Key environmental impacts of
global GM crop use 1996-2011, GM Crops and Food: Biotechnology in Agriculture
and the Food Chain, April-June 2013, 4.2, 1-11
3. JAMES C. 2011. Global
Status of Commercialized Biotech/GM Crops 2011. ISAAA Brief No. 43. Ithaca, NY: ISAAA, 2011.
4. AGROBIO. 2013.
Estadísticas de cultivos GM en Colombia. Consultado el 17 de febrero de 2014 y
disponible en http://agrobio.org.co/fend/index.php?op=YXA9I2JXbDQmaW09I016UT0=
5. LAKSHIMIKURAMAN M, & PHILLIPS P. Patenting of biotechnological
innovations. Asian Biotechnology and development review. 2005; 7(2):25-44.
6. WRIGHT, D. & PARDEY,
P. 2006. The evolving rights to
intellectual property protection in the agricultural biosciences. Int. J. Technology and Globalisation, 2(1/2): 12-29.
7. PISANO, G. P. 2006. Can Science Be a Business? Lessons from
Biotech.Harvard Business Review 84 (10): 1-12.
8. KOWALSKI. S., EBORA. B., KRYDER. D & R. POTTER. 2002. Transgenic
crops, biotechnology and ownership rights: what scientists need to know?. The Plant Journal, 31(4):407-421.
9. THOMAS. Z. 2006. Agricultural Biotechnology and proprietary rights,
challenges and policy options. The Journal of world intellectual property, 8:
711-734
10. GRUSHKIN D. Agbiotech 2.0. Nature Biotechnology.2012; 30:211-214.
Normas legales
Decreto 4525 de
2005: Marco regulatorio de los organismos vivos modificados -OVM- de acuerdo
con lo establecido por la Ley 740 de 2002.
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