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Por Adriana Almeida

El consumo de alcohol en nuestra sociedad es en gran medida justificado por sus consumidores como una manera de relajarse luego de una día laboral intenso o como una forma de facilitar la socialización con otras personas. Aunque aún no se ha comprobado totalmente, algunas investigaciones han concluido que un consumo bajo de alcohol, como un vaso pequeño de vino tinto en el día (125 ml), puede ser benéfico para reducir el riesgo de problemas cardiovasculares [1]. Sin embargo, cuando una persona no puede controlarse en su consumo de alcohol diario, o bien no puede sentirse cómodo y relajado sin beber alcohol, ha cruzado la línea de un consumo ‘social’ a una adicción.

Una de las preguntas que los científicos han buscado responder en las últimas décadas, es si existe o no una predisposición genética a la adicción a sustancias como el alcohol y a sustancias alucinógenas. La liberación al público y la finalización de la secuenciación del genoma humano entre el 2000 y el 2003, han permitido identificar un gran número de marcadores moleculares y genes candidatos que potencialmente pueden generar mayor susceptibilidad en los seres humanos a dependencia de sustancias como el alcohol [2]. En este artículo busco mostrar los avances logrados en la investigación científica que relacionan la predisposición genética de ciertas personas con su necesidad y deseo de consumir alcohol de manera incontrolada.

Qué es el alcohol?

Los alcoholes son un grupo de compuestos químicos que usamos comunmente en productos como los desodorantes, cosméticos, jabones y por supuesto en la bebidas desarrolladas a partir de la fermentación de azúcares, como son la cerveza, el vino y los licores destilados.

El alcohol presente en las bebidas fermentadas es clasificado por el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos como una droga depresora, la cual al ser consumida, reduce la ansiedad y produce estados de relajación [3].

Qué es el alcoholismo?

La dependencia al alcohol, conocida como ‘alcoholismo’ es una enfermedad que afecta al individuo en su salud y en sus interacciones con la sociedad. El efecto del alcohol en el organismo depende del género, la edad, la estatura, el peso, entre otros [4]. El Instituto Nacional para el abuso del alcohol y el alcoholismo de los Estados Unidos ha identificado cuatro síntomas principales, normalmente presentes en los alcohólicos: ansiedad, pérdida de auto-control, dependencia física y un incremento en la tolerancia al alcohol [5]. Los efectos en la salud asociados con el consumo desmedido de alcohol incluyen entre otros: cirrosis del hígado, pancreatitis, polineuropatía, demencia, enfermedades cardíacas, mayor probabilidad de generar cáncer, deficiencias nutricionales, disfunsión sexual, y en algunos casos la muerte [6].

Bases genéticas de la susceptibilidad al alcoholismo

Estudios antropológicos han demostrado que las diferencias en las prácticas culturales ancestrales entre poblaciones humanas modificaron las condiciones ambientales en las que estas comunidades se desarrollaron; en este contexto la cultura puede ser vista como una fuente de comportamiento adaptativo, en el que los individuos de una población, al modificar su propio entorno, participan en la variación del ambiente en el que se desarrollan, generando nuevas y específicas presiones de selección natural. Estos cambios en el entorno promovidos por aspectos culturales se han visto asociados con un incremento diferencial en las presiones de selección, lo cual ha causado la variación de ciertas frecuencias alélicas (alelos son todas aquellas formas que puede tener un gen en un cromosoma dependiendo de diferencias en su secuencia). Se ha estimado que un 10% de los genes entre poblaciones humanas del mundo son diferentes debido a distintas preciones de selección [7]. Un ejemplo claro del efecto que han tenido las practicas culturales en modificar el ambiente y el genoma humano se ha observado en las diferencias entre poblaciones humanas frente a su capacidad de metabolizar el alcohol [8].

El alcoholismo es una enfermedad compleja que es influenciada principalmente por el ambiente social en el que el individuo vive, incluyendo la cultura en la que nace, el contexto familiar en el que se desarrolla, los ambientes a los que esta expuesto durante su juventud, el estilo de vida, entre otros [1]. Sin embargo, se sabe que hijos de familias con antecedentes de alcoholismo presentan un alto riesgo de convertirse en alcohólicos. Esto se debe a que existe un componente genético de predisposición al alcohol que es hereditario. En los últimos años se han encontrado un número significativo de genes en nuestro genoma que interactúan entre sí y con el ambiente [7], incrementando o reduciendo la susceptibilidad de cada individuo al alcohol.

En las últimas dos décadas se han realizado numerosos estudios sobre los factores genéticos que influencian la dependencia al alcohol [5]; [9]; [10]; [11]; [12]. En estas investigaciones se ha buscado asociar características de susceptibilidad o dependencia al alcohol con regiones del genoma humano para la identificación de posibles genes candidatos involucrados en esta enfermedad. Estos estudios han incluído datos de diversas fuentes, como valoraciones polidiagnósticas relacionadas con la adicción al alcohol y a sustancias ilegales, historial familiar relacionado con alcoholismo, datos electrofisiológicos (los cuales miden las ondas eléctricas emitidas por el cerebro, las cuales pueden ser cuantificadas y se ha encontrado que tienen una alta heredabilidad) y datos genéticos (uso de marcadores moleculares como microsatélites (SSRs, acrónimo en inglés) y polimorfismos de nucleótidos simples (SNPs, acrónimo en inglés) analizados a través de todo el genoma humano) [9].

Se han encontrado varias regiones del genoma asociadas a dependencia por el consumo de alcohol, de las cuales las más significativas se encuentran localizadas en los cromosomas 4, 7 y 11 del genoma humano [5].

Algunas familias de genes asociadas con dependencia al alcohol

Familia génica GABAA
En el cromosoma 4 se han encontrado varios genes receptores que codifican neurotrasmisores como el -ácido isobutírico. Estos genes pertenecen a la familia génica GABAA y han sido asociados con alcoholismo [13]. El -ácido isobutírico es uno de los inhibidores de sinapsis más abundantes en el cerebro de los vertebrados [14]. Estudios realizados en ratas han mostrado que GABAA agonistas (sustancias que al unirse a un receptor celular generan una respuesta fisiológica en la célula) incrementan la toma de alcohol y GABAA antagonistas (sustancias que al unirse a un receptor celular bloquean una respuesta fisiológica en la célula) reducen la toma de alcohol en estos animales [15]. Los efectos de la regulación diferencial en la expresión del gen GABRA2 (uno de los cuatro genes GABAA localizados en el cromosoma 4) han sido asociadas con dependencia a sustancias como el alcohol [13]; [16]; [5]; [15]. Sin embargo, los efectos de este gen dependen de la etapa de desarrollo del individuo. Durante la infancia, variaciones en la expresión de este gen han sido asociados con síntomas de desorden de conducta, mientras que su efecto en la susceptibilidad al alcoholismo y adicción a drogas alucinógenas se han observado a partir de la adolescencia y en la adultez [5].

Genes alcohol deshidrogenasa (ADH) y aldehído deshidrogenasa (ALDH)
Se ha encontrado que variaciones (mutaciones) en los genes ADH1 y ALDH2 pueden cumplir una función preventiva frente al alcoholismo, pues reducen la actividad enzimática relacionada con el metabolismo del alcohol. Estas mutaciones génicas han sido conservadas en poblaciones asiáticas, en las que individuos con baja actividad de estas enzimas experimentan enrojecimiento en la cara, náuseas y taquicardia al consumir alcohol, aunque sea en bajas dosis [8].

Sin embargo, no todos los genes de estas familias génicas cumplen la misma función preventiva frente al alcohol. Mutaciones del gen ADH4 se han asociado a susceptibilidad al alcoholismo y a la adicción por substancias alucinógenas en diferentes poblaciones humanas de origen Europeo-brasilero y Africano-brasilero [17].

Receptor M2
Una región del cromosoma 7 se ha asociado con el alcoholismo y con desordenes afectivos, como la depresión. La proteína codificada por este loci (región del cromosoma en la que se encuentra el gen) se conoce como receptor de muscarini acetilcolina subtipo 2 (mAChRm1) y diferencias alélicas de este gen han sido asociadas igualmente con coeficiente intelectual y además con casos de depresión en mujeres [18].

Otros genes
Otros genes localizados en el cromosoma 11 han sido asociados con dependencia al alcohol, como son PHLDA2 (similar a dominio homologo a pleckstrina), NAPIL4 (similar a proteína ensambladora de nucleosoma), CARS (Cisteína-tARN sintetasa), OSBPL5 (similar a proteína que liga oxisterol). Sin embargo, estos resultados requieren ser confirmados [12].

A manera de conclusión

La Organización Mundial de la Salud ha asociado el alcoholismo con más de 60 diferentes enfermedades humanas, incluyendo cáncer esofágico, cáncer de hígado, cirrosis de hígado, epilepsia, entre otras. Igualmente, se ha estimado que el 65% de los casos de suicidio están relacionados con el consumo desmedido de alcohol, asi como asesinatos y accidentes automovilísticos [19].

El alcoholismo es una enfermedad compleja en la que numerosos genes han sido favorecidos durante la evolución humana, como respuesta a las presiones de selección debidas a prácticas culturales específicas. Actualmente se han identificado varias familias de genes que han sido asociadas al alcoholismo, en las que la presencia de ciertos alelos en un individuo pueden generar mayor o menor predisposición a la dependencia por el alcohol. Sin embargo, el que existan factores genéticos que predispongan a un individuo a ser susceptible a la dependencia al alcohol, no significa que esa persona se convertirá en un alcohólico; pues el ambiente familiar y social en la que el individuo se desarrolla también juegan un papel determinante en el desarrollo de este tipo de adicción.

La identificación de alelos de los genes implicados en la susceptibilidad a la adicción por el alcohol presentes en un individuo, así mismo como su historial clínico familiar y las condiciones socio-familiares en las que se desarrolla, pueden ser muy útiles para la identificación del grado de predisposición al alcoholismo y para el desarrollo de medicina preventiva. A su vez, el conocimiento de los genes asociados al alcoholismo y las rutas metabólicas de las cuales hacen parte dichos genes, puede contribuir positivamente en el desarrollo de futuros tratamientos terapeúticos basados en la terapia génica, en la cual medicamentos específicos pueden ser utilizados para activar o bloquear la expresión de ciertos genes, con el fin de reducir la ansiedad y el deseo por tomar; o para reducir la capacidad de metabolizar el alcohol con el fin de reducir el consumo.


Referencias

[1]http://www.medic8.com/healthguide/articles/alcohol.html

[2]Tyndale FR (2003)" Genetics of alcohol and tobacco use in humans." Trends in Molecular Medicine. Annals of Medicine (35) 94-121.

[3]http://www.cpha.ca/en/portals/substance/article01.aspx

[4]http://pubs.niaaa.nih.gov/publications/aa48.htm

[5]Edenberg HJ and Foroud T (2006)" The genetics of alcoholism: identifying specific genes through family studies." Addiction Biology (11) 386-396.

[6]http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/alcoholism.html

[7]Laland KN, Odling-Smee J, and Myles S (2010)" How culture shaped the human genome: bringing genetics and the human sciences together." Nature Reviews, Genetics (11) 137-148.

[8]Hurley TD, Edenberg HJ, Li T-K (2002)" The pharmacogenomics of alcoholism." In: Licinio J, Wong M-L, eds. Pharmacogenomics: the search for individualized therapies. Pp. 417-441. Weinheim: Wiley-VCH Verlag.

[9]Rangaswamy M and Porjesz (2008)" Uncovering genes for cognitive (dys)function and predisposition for alcoholism spectrum disorders: A review of human brain oscillations as effective endophenotypes." Brain Research (1235) 153-171.

[10]Ducci F, Enoch M-A, Yuan Q, Shen P-H, White KV, Hodgkinson C, Albaugh B, Virkkunen M, and Goldman D (2009)" HTR3B is associated with alcoholism with antisocial behavior and alpha EEG power- an intermediate phenotype for alcoholism and co-morbid behaviors." Alcohol 43 (1) 73-84.

[11]Bierut LJ, Agrawal A, et al. (2010). "A genome-wide association study of alcohol dependence." PNAS 107 (11) 5082-5087.

[12]Edenberg HJ, Koller DL et al. (2010)" Genome-wide association study of alcohol dependence implicates a region on chromosome 11." Alcoholism: Clinical and Experimental Research 34 (5) 840-852.

[13]Covault J, Gelernter J, Hesselbrock V, Nellissery M, Kranzler HR (2004)" Allelic and haplotypic association of GABRA2 with alcohol dependence." Am J Med Genet B Neuropsychiatr Genet (129) 104- 109.

[14]http://www.wormbook.org/chapters/www_gaba/gaba.html

[15]Fehr C, Sander T, Tadic A, Lenzer KP, Anghelescu I, Klawe C, Dahmen N, Schmidt LG, and Szegedi A (2006)" Confirmation of association of the GABRA2 gene with alcohol dependence by subtype-specific analysis." Psychiatr Genet (16) 9-17.

[16]Lappalainen J, Krupitsky E, Remizov M, Pchelina S, Taraskina A, Zvartau E, Somberg LK, Covault J, Kranzler HR, Krystal JH, Gelernter J (2005)" Association between alcoholism and gamma-amino butyric acid alpha 2 receptor subtype in Russian population." Alcohol Clin Exp Res (29) 493- 498.

[17]Luo X, Kranzler HR, Zuo L, Yang BZ, Lappalainen J, Gelernter J (2005)" ADH4 gene variation is associated with alcohol and drug dependence: results form family controlled and population-structured association studies." Pharmacogenet Genomics (15) 755-768.

[18]Comings DE, Wu S, Rostamkhani M, McGue M, Lacono WG, Cheng LS, MacMurray JP (2003)" Role of the cholinergic muscarinic 2 receptor (CHRM2) gene in cognition." Mol Psychiatry (8) 10-11.

[19]http://www.isdd.co.uk/about/

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